En el séptimo mes el feto puede abrir y cerrar los ojos, chuparse el dedo, llorar, ejercitar patadas y estiramientos, tener mayor percepción de la luz, distinguir entre el sabor dulce y el amargo, y responder a ciertos estímulos con el llanto.
En esta etapa el bebé está bien formado, el sistema nervioso mejora cada vez más y el cerebro se desarrolla rápidamente. Al final del séptimo mes, los pulmones empiezan a desarrollarse y si por casualidad nacieras ahora, tendrías una gran posibilidad de sobrevivir. El feto mide ahora unos 40 cm y pesa unos 1200 g.
Después del 7º mes, la mujer embarazada debe acostumbrarse a acostarse siempre sobre el lado izquierdo. Esta posición mejora la circulación renal de la madre, liberando más toxinas maternas y fetales, y mejora la circulación de la placenta con una mejor oxigenación fetal.
Algunos posibles síntomas frecuentes a partir de los 7 meses
Movimientos fetales cada vez más intensos, sensación de entumecimiento en la parte baja del abdomen, aumento de la humedad vaginal (leucorrea), congestión nasal y sensación de taponamiento de los oídos, estreñimiento, acidez y dificultad de digestión. Calambres en las piernas, posible hinchazón, posibles dolores de cabeza, a veces desmayos y mareos, aparición de algunas varices y/o hemorroides, dolor de espalda, falta de aliento y dificultad para respirar, insomnio, sensación de picor en el abdomen.
La madre en esta etapa suele tener cierta ansiedad por el bebé y el nacimiento, períodos de distracción y falta de concentración en lo que se está haciendo. Es importante que empiece a preparar la maleta para la sala de maternidad, y haga los últimos ajustes en la habitación del bebé.